Diseño:
Por primera vez, a la reducción de márgenes se suma la inclusión de un orificio en pantalla, moda incipiente de la que Samsung no ha logrado escapar, a la que la propia compañía se refiere como “Infinity O Display”.
Los cambios a nivel estético llegan también a la parte trasera, pues el lector de huellas típico desaparece por completo –aunque se da paso a una nueva tecnología de la que hablaré más adelante–, a la vez que se incluyen tres cámaras, cada una encargada de cumplir una función diferente.
También aparecen cambios en cuanto a acabados. Continúan estando fabricados en vidrio y aluminio además de contar con protección ante agua y polvo bajo un nivel IP68, pero en la edición especial del Galaxy S10+ a la que Samsung se refiere como “Samsung Galaxy S10+ Ultimate Performance Edition”, que más allá de unas prestaciones mejoradas, se diferencia de sus hermanos por contar con una parte trasera fabricada en cerámica y disponible en colores blanco y negro.
Pantalla:
Los Galaxy S10 y S10+ son los primeros en adoptar pantallas Dynamic AMOLED, más precisa en lo que a colores y definición se refiere, y con un consumo mejorado de energía.En cuanto a las pantallas en sí, nos encontramos con unos tamaños que en ambos modelos superan las 6 pulgadas: 6,1 para el S10, y 6,4 para el S10+. En cualquier caso, disfrutamos de resolución Wide Quad HD+ que arroja una cantidad de píxeles de 3.040 x 1.440 debido a su formato de 19:9. No falta tampoco la curvatura característica “edge” a ambos lados del panel de vidrio, por cierto protegido con la tecnología Gorilla Glass 6.Entre otras mejoras que aporta este nuevo tipo de panel, encontramos la compatibilidad con contenido HDR10+.
Samsung, además, destaca que la pantalla ahora ocupa más del 93% del frontal.Pero la principal novedad en este sentido es, sin duda, la inclusión del lector de huellas dactilares bajo el panel. Se trata de un sensor ultrasónico, que promete una velocidad y precisión a la par que la de los sensores convencionales, con la diferencia de que no necesita ocupar espacio del chasis del terminal.
Especificaciones técnicas:
Los Samsung Galaxy S10 y S10+ llegan, como no podía ser de otro modo, con lo mejor de lo mejor en términos de especificaciones técnicas. La plataforma Exynos 9820 debuta en el interior de los dos modelos, con sus 8 nanómetros y 8 núcleos, de los cuales se obtiene el mejor rendimiento.
En cuanto a su GPU, se trata de la Mali-G76 MP12 que está optimizada para la realización de tareas de alto rendimiento gráfico. De apoyar al nuevo procesador de los Galaxy S10 y S10+ se encarga un módulo de memoria RAM LPPDR4 de 8 GB, y dos variantes de almacenamiento interno a elegir: 128 o 512 GB, en ambos casos ampliables por microSD de hasta 512 GB.
Mención aparte se merece el Samsung Galaxy S10+ Ultimate Performance Edition, que alza sus capacidades de memoria hasta los 12 GB de memoria RAM y 1TB –1024 GB– de almacenamiento interno también ampliables.
Los avances llegan también a la autonomía, con baterías que crecen en cuanto a capacidad con respecto a la anterior generación. El Samsung Galaxy S10 cuenta con una pila de 3.400 mAh de capacidad, y la de su hermano mayor aumenta hasta los 4.000 mAh. En ambos casos disfrutamos de carga rápida y carga rápida inalámbrica, así como con el nuevo sistema Wireless PowerShare, que permite recargar otros dispositivos al posarlos sobre la parte trasera del teléfono.
Fotografía y multimedia:
Los nuevos terminales incluyen un sistema de triple cámara en la parte trasera. Estas son, sobre el papel, las especificaciones técnicas de cada sensor:
- Sensor Ultra Wide: 16 megapíxeles f/2.2 Fixed Focus.
- Sensor principal: 12 megapíxeles Dual Pixel con apertura variable f/1.5-2.4 con autoenfoque y estabilizador óptico.
- Sensor “Tele”: 12 megapíxeles f/2.4 con estabilizador óptico y autoenfoque.
Combinados, los tres sensores prometen ofrecer una de las experiencias fotográficas más versátiles de toda la gama alta de 2019, tanto por las capacidades de cada una de las cámaras como por sus añadidos únicos como la apertura variable del sensor principal, o el estabilizador óptico que incluyen dos de los sensores.
En cuanto a sus capacidades a la hora de grabar vídeo, destaca la posibilidad de capturar clips en Super Slow Motion a 960 frames por segundo durante el doble de tiempo que en el Galaxy S9, además de poder elegir posteriormente qué parte del vídeo se desea ralentizar.
La única diferencia a nivel fotográfico entre el Galaxy S10 y el Galaxy S10+ la encontramos en la parte frontal. El Galaxy S10 incorpora un único sensor de 10 megapíxeles Dual Pixel con apertura f/1.9, capaz de capturar imágenes con efecto de desenfoque a través de la opción Live Focus, y de grabar vídeo en resolución 4K.
Sin embargo, el Galaxy S10+ acompaña al sensor principal de uno secundario de 8 megapíxeles con autoenfoque y apertura f/2.2, encargado principalmente de obtener información de profundidad al realizar capturas con modo retrato, y así genera un efecto de desenfoque más realista. En ambos casos, los sensores estarán también destinados a permitir al usuario desbloquear el teléfono con el rostro, a través de un sistema de desbloqueo facial 2D.
Opinión:
Tras la toma de contacto con los Galaxy S10, nos queda claro que el diseño es el aspecto que más llama la atención, especialmente por el agujero en pantalla. No es lo ideal, pero sin duda potencia el efecto todo pantalla más que el notch. También destacan los acabados, tanto en las versiones de cristal como, sobre todo, en la de cerámica. Pero lo mejor del diseño no son los materiales o el agujero de la pantalla, es el excelente trabajo de compactación que ha conseguido meter más batería y reducir el peso.

Una reseña muy completa.
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